El extraño caso de Ettore Majorana
En 2006 al cumplirse el centenario del nacimiento del gran físico italiano Ettore Majorana se estableció el Electronic Journal of Theoretical Physics estableció un premio en memoria del científico siciliano, la Medalla Majorana es un un premio anual para los investigadores que muestren gran creatividad, sentido crítico y rigor matemático en física teórica.
Su desconocida historia sería un argumento para una novela. Un verdadero genio, de acuerdo a Enrico Fermi su inteligencia era comparable a la de Newton o Galileo.
Nacido en 1906 en Sicilia, un año después de la primera publicación sobre la teoría especial de la relatividad de Einstein, Majorana fue un niño precoz, muy aficionado a las matemáticas. Según varios físicos Majorana es uno de esos jóvenes que revolucionaron la física inspirados por el trabajo de Einstein.
El alumno brillante
En 1928 ingresa al Instituto de Física Teórica en la Universidad de Roma, bajo la dirección de Enrico Fermi.
“Al año siguiente [1929] recibió su doctorado con mención honorífica, pero durante los siguientes cinco años trabajó con Fermi resolviendo problemas de física nuclear. Aunque la producción académica de Majorana apenas asciende a nueve trabajos publicados entre 1928 y 1937, su obra es aún hoy admirada por la comunidad científica. Los trabajos revelan un minucioso conocimiento de datos experimentales, facilidad para simplificar problemas, una mente despierta y un perfeccionismo sin concesiones. Sus críticas hacia los trabajos de otros le valieron el alias de “El Gran Inquisidor”. Pero era igualmente severo consigo mismo, lo que podría explicar su ritmo lento y lo escaso de su producción académica. A instancias de Fermi, Majorana salió de Italia en 1933, becado por el Consejo Nacional de Investigación. En Leipzig, Alemania, conoció a Werner Heisenberg, también premio Nobel. La correspondencia posterior con Heisenberg revela que Majorana no sólo tuvo en él a un colega científico, sino también a un amigo íntimo. Heisenberg instó al joven italiano a publicar con más frecuencia, pero éste fue reticente. "
La depresión y su desaparición
En 1933 vuelve desde Alemania, con severos problemas gástricos y síntomas de agotamiento:
“Su asistencia al instituto se hizo irregular y luego se encerró en su casa: el prometedor y joven físico se convirtió en errnitaño. Durante cuatro años se desligó de sus amigos y dejó de publicar. Fue hasta 1937 que Majorana regresó a lo que podría Ilamarse una vida “normal”. Ese año, después de un largo silencio, publicó lo que sería su último documento científico y solicitó impartir la cátedra de física. En noviembre, fue nombrado profesor de física teórica en la Universidad de Nápoles. Para infortunio de la autoestima de Majorana, sus clases en Nápoles tuvieron poca asistencia. Sus estudiantes sencillamente no entendían lo que trataba de explicarles. El 22 de enero de 1938 pidió con cierta desesperación a su hermano que le transfiriera a un banco de Nápoles todo el dinero que tenía en Roma. En marzo pidió una fuerte suma de su salario profesional, que no había tocado desde su nombrarniento. Con esta suma y su pasaporte, abordó el barco el 25 de marzo y desapareció para siempre. "
El misterio
Su ubicación es una incógnita, no se sabe si se suicido. Una de las dos cartas que escribe antes de desaparecer va dirigida a su familia:
“Sólo tengo un deseo: no vistan de negro por mí. En caso de que , deseen — o deban — seguir las costumbres sociales, usen otra señal de luto, pero por no más de tres días. Luego de eso, sólo deberé quedar en sus recuerdos y, si son capaces de hacerlo, olvídenme.”
¿Por qué cayó en este estado de depresión? ¿Acaso quedó impresionado por la Alemania Nazi y habría decidido huir para que su trabajo no fuera usado por el gobierno fascista?
Años más tarde aparece la primera e intrigante pista sobre el destino de Majorana, una pista que involucra a un compatriota:
“En 1950, el físico chileno Carlos Rivera vivió en Buenos Aires, capital de Argentina, y se alojó temporalmente en la casa de una anciana. Por casualidad, la anciana descubrió el nombre de Majorana entre los papeles, a quien contó que su hijo conocía a un hombre con ese apellido, pero que ya no se desempeñaba en el campo de la física, sino en el de la ingeniería. Rivera tuvo que partir de Buenos Aires y no pudo seguir la pista. Curiosamente, Rivera halló otra vez las huellas de Majorana en Buenos Aires. En 1960, mientras cenaba en un restaurante, escribía distraídamente fórmulas matemáticas en una servilleta. Un mesero se acercó y le dijo: “Conozco a alguien con el mismo hábito de garabatear matemáticas en las servilletas. Viene aquí de vez en cuando. Se Ilama Ettore Majorana y era un físico famoso en Italia antes de la guerra, cuando salió de su país para venir aquí. Pero esta pista tampoco sirvió: el mesero no tenía la dirección de Majorana, y de nuevo Rivera tuvo que partir antes de resolver el misterio. "
Muchos de los trabajos de Majorana estaban muy adelantados a su tiempo. Al parecer, en los años 30 habría resuelto problemas que fueron re descubiertos por el gran físico Richard Feynman a fines de los 60.
Tres ancianas guardan el secreto
Escribí sobre Majorana en 2007, y en 2008 Mauricio Zapata extiende la investigación contándonos más antecedentes que aumentan el misterio:
“Las fascinantes noticias de los hallazgos de Rivera en Argentina cundieron por el medio científico y llegaron a Italia a fines de la década de 1970. El físico Erasmo Recami yMaría Majorana, hermana de Ettore, siguieron las pistas y, en la búsqueda, dieron con otra pista más que llevaba a Argentina. De visita en Italia, la viuda del escritor guatemalteco Miguel Ángel Asturias oyó de los nuevos intentos para aclarar el asunto de la desaparición de Ettore Majorana. Ella ofreció la información de que durante la década de 1960 conoció al físico italiano en casa de las hermanas Eleonora y Lilo Manzoni. La señora Asturias dijo que Majorana parecía ser íntimo amigo de Eleonora, que era matemática. Pero la solución al acertijo, que por fin estaba casi a la mano, se esfumó. La señora Asturias rehusó dar más detalles. En realidad, no había visto a Majorana en persona, sino que oyó por terceros de su amistad con Eleonora. La señora Asturias dijo que su hermana y Lilo Manzoni podían dar testimonio, ya que, mientras tanto, Eleonora había fallecido. Pero ambas ancianas no pudieron o no quisieron dar respuestas. ¿Es que las hermanas Asturias habían hecho un pacto con la señora Manzoni para guardar el secreto de Ettore Majorana? Debido a que dos pistas independientes condujeron a Argentina, es muy posible que el físico italiano haya ido allá en 1938, en lugar de aislarse en un monasterio o suicidarse. La razón de su súbita huida aún se desconoce y posiblemente nunca se sepa. Quizá fue muy acertado el seco comentario de sobre las investigaciones de la desaparición. Si verdaderamente Ettore Majorana hubiera decidido desaparecer sin dejar rastro, lo habría hecho fácilmente, con una inteligencia como la que poseía.”
Al revisitar esta historia no puedo dejar de seguir sintiendo la fascinación por el misterio del destino de este personaje, ¿habrá muerto en Argentina, o recluido en un convento como afirman otras versiones? ¿Encontraremos una nueva pista en los próximos años? Si saben algo más de este caso, si descubren alguna pista adicional recuerden avisarme. :)
Fuentes:
Mi post original de 2007: La misteriosa desaparición de Ettore Majorana.
El misterioso caso de Ettore Majorana, visitado el 9 de abril de 2012.