El mundo
La tierra es plana y se sostiene sobre los lomos de cuatro elefantes: Volatilidad, Incerteza, Complejidad y Ambigüedad. Los elefantes a su vez se apoyan en la caparazón de la tortuga llamada Caos, la que nada apacible en el Mar de lo Desconocido.
Cuando me pregunten mis nietos como es el mundo les contaré esa historia, les diré que así es el mundo en realidad. A mis hijos ya nos les puedo contar esto porque ya arruiné su visión dándoles una buena educación.
Es tiempo de re educarse, abrazar el caos y entender la fragilidad del mundo. Porque el riesgo no puede ser medido, pero sí la fragilidad.
Todo este tiempo he sentido vergüenza de aceptar lo que mi instinto me dice, pero una iluminación reciente me ha mostrado que debo confiar más en él, porque se equivoca menos de lo que yo pienso.
Del caos surge el orden y el orden termina en caos.
Que vengan las crisis, que vengan los cambios, estoy preparado, he aprendido a no tener miedo, porque puedo aprender a adaptarme. He abandonado la idea de progreso hace rato, pero no entendía la verdadera manera de enfrentar el riesgo. Pero son muchas las ideas, tantas que para asimilarlas debo contárselas a todos ustedes, para que me ayuden a entender mejor. Sumerjamonos sin miedo al mar de lo desconocido y sigamos el rastro de la tortuga...