Mala Hortografía
Creo ser una persona con buena ortografía. Claro, cometo errores, varios en este blog, y cuando los veo los corrijo rapidamente antes de que otros los vean, y me “troleen” por ello. Porque es algo vergonzoso (se escribe así, ¿verdad?).
Otra cosa es la gramática, si sufres por la ortografía, imagina lo que es sufrir por no tener claro si una frase está correctamente escrita. El tercer problema es el estilo, pero eso, bueno, eso puede tener solución, porque puedes aprender mucho de estilo leyendo a otros, y escribiendo mucho (harto, caleta, con sangre sudor y lágrimas). Si quieres ser bueno el algo debes practicar. Pero debes partir en algún momento.
Sé que muchas personas que se cohiben en esto de escribir, es porque les falta seguridad y la primera barrera es la ortografía. Hay algunos desvergonzados que comentan y escriben sin considerar su ortografía, y nunca les va a importar mejorarla. Pero hay personas inteligentes, muy inteligentes, que tienen mala ortografía, algunos tienen una ortografía horriiiiible, y simplemente han optado por no decir nada en forma escrita. Y es una lástima, porque son personas muy valiosas, de conversación interesante, profundas, llenos de ideas brillantes, pero sufren con este problema.
Lo malo es que somos muy duros a veces, creo yo. También hay unos verdaderos trolls ortográficos, esos que no perdonan nada, y si a mi, que soy una persona que escribe razonablemente bien, me molestan cuando tengo un error, imagínense el efecto que tienen con persona con mayores inseguridades.
El otro día me enojé mucho con un comentarista de Akarrú (mi otro blog), porque en un largo texto, donde hablo de Nietzsche, cometí el error de escribirlo sin la s varias veces, así: “Nietzche”, entonces este troll, dejo un sólo comentario: “interesante, aunque mis ojos no soportaron ver tantas veces mal escrito Nietzsche”.
OK, tiene razón, estaba mal escrito, y probablemente Nietzsche dirá que soy un asno, pero, ¿era necesario dejar ese comentario tan desagradable? Ya lo corregí. Me pregunto si Nietzsche en nuestra época sería considerado un troll...
Bueno, el problema, creo yo, que si bien el troll es un personaje interesante, y uno que me gusta mucho personificar, sobretodo si se trata de molestar a los ecologistas seudo científicos, tiene el problema que deja con su paso una cierta pestilencia, que hace que el ambiente se enrarezca, y que aleja a las personas que quieren tener un buen momento concentrados en cosas más interesantes.
Lo que quiero declarar, admitiendo que muchas veces peco de trollismo, que considero al “troll ortográfico” (como llamaré a esta criatura pedántica), una especie particularmente nociva.
Nociva porque es el causante de que muchas de estas personas maravillosas, que tienen mala ortografía, se hayan abstenido de participar en foros, blogs, comentarios, y hasta en el mismisimo twitter.
Por que para mejorar la ortografía no basta con leer mucho, como sugieren muchos equivocados profesores, porque muchas de estas personas que conozco, con su mala ortografía, son grandes lectores. Pueden sufrir de alguna clase de dislexia, o inseguridad, que sé yo.
Pero voy a aventurar la tesis de que la manera realmente de curar la “mala hortografía”, es escribiendo. Y que lo que el resto de nosotros debemos hacer es concentrarnos en lo que estas personas tienen que decir, independiente de sus errores ortográficos, que valoremos lo que dicen, y los juzguemos por el contenido, y no por la forma. Por que a un “hoygan” podemos ignorarlo y mandarlo a la casilla de spam fácilmente. Pero al que está esforzándose por aportar una idea, si tiene algunas fallas, debemos acogerlo, leerlo, y discretamente, pero sobretodo, amablemente, corregirle.
Si no dejamos que escriba, ¿cómo podrá mejorar su ortografía esa persona? Si la ortografía es un problema de la escritura, ¿no debería mejorarse escribiendo? Si no le dejamos escribir, si lo espantamos al primer fallo, ¿no estamos negándole la oportunidad de mejorar?
Así que amigo o amiga, que no te atreves a comentar en este blog, porque te avergüenzas de tu ortografía, te digo que “no tengas miedo de cagarla”, escribe lo que piensas, sin miedo, yo soy el dueño de este boliche y aceptaré tus faltas de ortografías, lo que me interesa es que escribas algo que aporte. Ya veremos como mejoramos, escribe. Escribe que esa es la única forma de mejorar tu ortografía, quizás es sólo un tema de inseguridad tuya. Adelante, escribeme. Si no aportas, si realmente eres un pobre hoygan, tu voz no será escuchada, pero si llegaste a este párrafo, estoy seguro que no es el caso.