El Patrimonio del Ignorante
La ignorancia mata.
El ignorante siempre termina mal, sufre. No sabe defenderse, termina pobre y pasa hambre.
Hay toda clase de ignorantes. No sólo es ignorante “aquel que no tiene noticia de algo”, también es ignorante aquel que no entiende lo que le está pasando.
El ignorante cuando sufre sólo sabe gritar, llorar, rezongar o exigir la ayuda de la autoridad, porque no sabe qué hacer para abandonar su situación miserable.
El ignorante no sólo es aquel que no sabe algo, también es aquel que no sabe razonar. Argumenta mal, llega a conclusiones erróneas, y se desgasta atacando enemigos invisibles, termina paranoico.
El ignorante habla y habla estupideces. El ignorante es el rey del “hay que”. El ignorante organiza reuniones, foros, referentes, movimientos, partidos, y grupos en facebook para juntarse con otros ignorantes como él, porque no quiere sentirse solo, pero está perdido, porque la ignorancia es autocomplaciente.
El ignorante sigue al que cree que es menos ignorante, pero su ingnorancia le impide comprobar la valía de su lider. Porque hay ignorantes con mucha labia, y los ignorantes que los siguen repiten sus palabras, como si fueran sagradas verdades reveladas.
El ignorante es orgulloso, se aisla de los que realmente saben, a quienes desprecia, ignora, o teme. Se cubre de un barniz de falsa riqueza, o falsa sabiduría, un barniz que el tiempo y la realidad se encargan de desgastar.
El ignorante es incapaz de darse cuenta de como va quedando cada vez más pobre y miserable.
El ignorante termina sin patrimonio.
Y Chile es una sociedad ignorante.