El ritmo de la decisión

Cuando tenemos que decidir sucede que nos enfrentamos al miedo, y el miedo paraliza.

Marcela Infante escribe, en forma muy valiente, en mi opinión, lo que significa tener miedo:

“Tenía tanto miedo que guardé todo en una mochila. Tenía tanto miedo que la mochila la cerré, pero los miedos me seguían y es que, claro, los llevaba pegados a la espalda. Nadie puede cargar con esto por mucho tiempo me dije un buen día, pero antes de hacerlo seguí teniendo miedo. Un miedo que podía sentir debajo de mi ombligo. Tenía tanto miedo que escribí. Escribí y escribí y escribí. Tenía tanto miedo que me hundí en un bar a darle cerveza con mucha espuma a un montón de desconocidos. Dormité en un paradero de micro amarilla en Román Díaz con Providencia. Tenía tanto miedo que me congelé de una manera extraña.”

El miedo congela, y nos detiene, nos impide tomar una decisión.

Hay personas muy queridas para mi que tienen miedo en estos momentos, porque enfrentan grandes incertidumbres. Les gustaría saber si sus decisiones serán las correctas, y me miran, y me preguntan, ¿que debemos hacer?

¿Qué responderles, sobre todo cuando confían en tí, y eres su soporte, cuando ellas confían en tí? ¿Vas a negarle a una respuesta a los que amas?

Tiendo a ser muy cuadrado, y cerrado e inflexible a veces, y pensaba en estas cosas cuando pude vislumbrar una respuesta al final del texto de Marcela Infante:

“Tenía tanto tanto miedo que dejé todo para tarde. Y es que las personas tenemos ritmos como una canción y las canciones son todas distintas y con diversos tempos. Eso pasa. Eso pasó.
Ya no hay miedo.”

He hablado mucho de que hay que tomar tomar decisiones y actuar, pero sin tomar consideración de la importancia de los tiempos, de que todos tenemos ritmos distintos.

De que tenemos derecho a tener miedo, y que a lo mejor es bueno dejar pasar un poco las tormentas.

Es cierto, hay que actuar, hay que tomar decisiones, pero hay que tomarse un tiempo, a veces el compás te lo dicta tu corazón, a veces viene desde un tambor allá afuera, escucha y encuentra el tempo adecuado, no dejes que tus decisiones sean precipitadas.

— A Matías mi hi jo, que me llena de orgullo, y a Kika su madre, mi mujer, los amo.

Autor

Ingeniero, autor, emprendedor y apasionado programador. Mantengo este blog desde 2005.

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