El valor de propiedad intelectual del software
Es claro que no es lo mismo valor que costo, y sin embargo en la industria del software cuando se habla del valor del software sólo se consideran los costos de producirlo, pero poco se habla de los beneficios obtenidos por usar el software.
Cuando se trata de evaluar nuestros productos, los desarrolladores de software dejamos que sean los economistas, abogados, distribuidores y otros los que definan cuanto vale nuestro producto.
Un interesante artículoescrito por Gio Wiederhold y publicado en la edición de Septiembre de 2006 de Communications of ACM [1] discute este importante asunto.
Widerhold nos recuerda que “el valor de los intangibles está asumiendo una mayor importancia en la medida que nuestra sociedad se mueve de su dependencia en los bienes materiales hacia una en que el conocimiento, y los talentos son los que crean los nuevos bienes que queremos y necesitamos”.
Valoración de Propiedad Intelectual
Los bienes tangibles son el producto de la combinación de la labor humana, el capital, las máquinas y la administración, sin embargo la calidad de los recursos humanos afecta poco la valoración financiera de una compañía. Los libros sólo reflejan el valor del inventario y las finanzas, pero no considera el valor de la fuerza laboral.
El valor libro poco tiene que ver con el valor que los inversionistas le dan a las compañías de software, Widerhold nos da el ejemplo de SAP, cuyo valor libro al año 2003 era de 6.300 millones de euros, pero si se consideraba el valor de las acciones en ese periodo (unos 100 euros) multiplicado por la cantidad de acciones en circulación (315 millones), encontramos que los accionistas de la empresa alemana la valoraban en 31.500 millones de euros.
Los inversionistas cifran este valor principalmente en la ganancias que esperan obtener de sus acciones. La diferencia, es decir, los 25.500 millones, se debe a la propiedad intangible de SAP compartida por la empresa y sus accionistas. Hacia el año 2004 el valor de la marca SAP estaba estimado en unos 6.800 millones de euros. El resto, los 18.400 millones de euros, tienen que ver con el valor del software, el conocimiento para producirlo, mejorarlo y venderlo.
La reputación de una compañía de software puede crecer mediante la promoción y la publicidad, mientras que el valor de su software crece mediante la inversión en investigación y desarrollo. Estas dos últimas componentes son la propiedad intelectual del negocio.
Cuando una compañía cambia de dueños es importante valorar la calidad de su fuerza de trabajo, siendo proporcional al valor estratégico de cada individuo para el funcionamiento de la empresa. En el caso de las empresas de tecnología este valor es una cantidad considerable.
Sin embargo, es el software la propiedad intelectual más “tangible” de un negocio de este tipo, y sin embargo su valoración no es muy entendida, lo que lleva a numerosos problemas.
El valor de propiedad del software
La propiedad del software no está limitada a las empresas que desarrollan software como producto final. La mayoría de los negocios actuales crean, compran, mantienen y se benefician del software. Los bancos no funcionan sin software, las empresas de manufactura, de transporte, etc. Sin sistema de cobranza, o de contabilidad muchas empresas no funcionarían; los diseños son asistidos por computadores; la planificación de los procesos productivos, y un sinfín de otras aplicaciones.
Mientras mejor explote el software a su disposición, más rentable será un negocio. Cuando el negocio está basado en la producción del software, el valor del negocio está asociado a las ventas.
Si el modelo está basado en la venta de licencias, o de servicios asociados, la diferencia estará dada en el tiempo y el volumen de los ingresos, teniendo el modelo de ventas de licencias un crecimiento exponencial, frente al crecimiento lineal de la venta de servicios.
El software como producto vendido en base a licencias tiene una diferencia fundamental con respecto a otros bienes intangibles. Cuando una nueva versión de un paquete de software se libera el interés por las viejas versiones disminuye, pero como el costo de copiar y empaquetar el software son muy bajos, no hay beneficios en vender software obsoleto.
Mientras un libro escrito hace un par de años puede ser vendido por un 80% del valor de una copia nueva, con el software no tiene sentido vender una versión anterior por el mismo porcentaje. Soportar versiones antiguas solo genera costos para el vendedor, mientras que el software obsoleto sólo trae ineficiencias al cliente.
En teoría, el comprador de software empaquetado está dispuesto a comprar la siguiente versión del mismo basándose en la experiencia anterior con el producto, la confianza en la compañía desarrolladora, y si las nuevas características del software son relevantes y útiles. De lo contrario, debería conservar la versión que tiene o buscar una alternativa.
El problema es que los mercados de software son juegos de todo o nada. Más adelante veremos porque pasa esto, pero en el software la tendencia es hacia los monopolios, y por lo tanto el comprador de software empaquetado se ve obligado a contratar mantenciones y comprar licencias de renovación.
¿Qué pasa con el software open source? En el software open source, o el free software, los productores liberan o renuncian a este grado de control. Por su naturaleza, es muy difícil que los usuarios prefieran pagar por licencias de software abierto, y naturalmente los modelos de negocios opensource o de software libre se convierten en modelos de pago por servicios y no de licencias.
Esto es importante. El software libre _efectivamente _es socialista, porque tiende al control social de la propiedad intelectual del software, impidiendo que unos pocos puedan concentrar y controlar el precio mediante el control de la propiedad intelectual (la nueva fuente del capital en la sociedad de la información).
En este primer artículo hemos introducido algunos conceptos, vamos a continuar con una exploración del artículo de Wiederhold, y como podemos aplicarlo a negocios, tanto basados en software libre, como propietario.
[1] Communications of the ACM, Vol.49 No.9, Sep. 2006