Nullius Addictus Jurare in Verba Magistris

Así habló Zaratrusta:

Ahora queridos discípulos, proseguire yo sólo mi camino. Idos también vosotros a solas por el vuestro. Esa es mi voluntad. Mi consejo, realmente, es que os alejéis de mí y que me evitéis; mejor aún, que os avergoncéis de mí, porque quién sabe si no os habré engañado. El hombre que tiene conocimiento no sólo ha de saber amar a sus enemigos, sino que también ha de odiar a sus amigos. Recompensa mal a su maestro quien quiere seguir siendo siempre su discípulo. ¿Por qué no vais a deshojar vosotros mi corona? Me veneráis; pero, ¿y si un buen día se viene a abajo vuestra veneración? ¡Tened cuidado no vaya a ser que mi estatua os aplaste! Decís que creéis en Zaratrusta; pero ¿qué le importa eso a Zaratrusta? Vosotros sois mis creyentes, pero, ¿qué importancia tienen todos los creyentes? Me encontrasteis a mí antes de que os hubiérais buscado a vosotros mismos. Y eso es lo que les pasa a todos los creyentes; de ahí que su fe tenga tan poco valor. Ahora os mando que me perdáis a mí y que os encontréis a vosotros mismos; y sólo volveré a estar entre vosotros cuando todos hayáis renegado de mí. Entonces buscaré con otra mirada a mis ovejas perdidas, hermanos míos; y entonces os amaré con otro amor.

Autor

Ingeniero, autor, emprendedor y apasionado programador. Mantengo este blog desde 2005.

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