Errázuriz y Gonzalez
El artículo aparece en El Mostrador, Errázuriz y González: el dilema de Chile , y habla como la discriminación se extiende hasta la internet.
No se si recuerdan al Ciudadano Perez, un estudio que probaba la predisposición de los parlamentarios para contestar por correo electrónico las consultas que realizaba un ciudadano común y corriente, el Ciudadano Perez.
Como es de público conocimiento, un Estudio del PNUD del año 2001 sobre Nuevas Tecnologías, incluyó una consulta de un ficticio ciudadano denominado Juan Pérez, el que formuló por correo electrónico consultas a los parlamentarios (diputados) para verificar el grado de apropiación tecnológica de los representantes populares y su capacidad de escucha y vínculo ciudadano por medio de nuevas herramientas.Esta vez, los investigadores agregaron variables al ejercicio y complejizaron la tarea transformando a Juan Pérez en dos personas ahora denominadas como Pedro González y José Errázuriz. Las denominaciones no fueron casuales, pues buscaban vincular los apellidos de cada uno con las significaciones sociales y culturales que cada uno representa.
El Director de la investigación, Pedro Güell ha señalado en un programa de televisión que existe un avance con relación a las respuestas obtenidas en el año 2001. A Juan Pérez le respondieron 9 diputados y el 2005 a Pedro González le respondieron 21 y a José Errázuriz 31 diputados.
Ahora, donde hay una constatación, a propósito de los debates acerca de la matriz cultural de desigualdad en nuestro país y la baja presencia de una cultura meritocrática, es que a González le respondieron menos que a Errázuriz y que las respuestas a González fueron formales, a diferencia de Errázuriz, quién recibió un tercio más de mensajes, teléfonos celulares de los parlamentarios y hasta invitaciones a tomar café.
Como ven, la brecha no es digital, es cultural.